Estimados padres,
Soy María, os escribo esta carta por el alquiler del piso. Sé que tenéis dos opciones, una familia donostiarra y otra familia Siria. Creo que a la hora de elegir a la familia yo también puedo aportar algo. Por ello, he decidido escribiros esta carta. Yo sé que las dos familias son distintas. La familia siria tiene su origen en otro país, lo que dificultará que encuentren una casa en San Sebastián. Están reconstruyendo su vida, empiezan de cero en San Sebastián.
Respecto a la adaptación de la casa, debéis ser objetivos con ambas familias. Como sabéis, los seres humanos somos subjetivos y tenemos prejuicios a la hora de elegir a las personas. Sin embargo, muchas veces la apariencia no se corresponde con el carácter de la persona. Os pediría que intentarais conocer bien a la familia siria, no conocemos su historia ni la vida que tenían antes, y como sabéis en este país están viviendo una situación difícil. Yo creo que les ha llegado la hora de conseguir protección y estar a gusto en un sitio. Es más, la familia Siria no tiene aquí al resto de su familia, ni a sus amigos. Están solos y en estos momentos me parece que es imprescindible ofrecerles ayuda. Si una familia se escapa de su país de origen, puede ser una muestra de los peligros que están viviendo. Además, como todas las personas, tienen los mismos derechos de protección y de vida en este país.
Es innegable que ambas familias deben tener las mismas oportunidades. Sin embargo, diría que a la familia siria en San Sebastián le ofrecen menos oportunidades, porque en nuestra sociedad hay muchos prejuicios y es racista. Por lo tanto, a la familia siria le será más difícil encontrar otro lugar de residencia que a la familia donostiarra. Ellos han venido a San Sebastián a buscar nuevas oportunidades, han venido a rehacer su vida, están en una situación muy difícil y agradecerían mucho encontrar una familia que les ofrezca ayuda y alojamiento.
No creo que sea justo excluir directamente a las personas por haber nacido en otro lugar (teniendo en cuenta que las personas no podemos elegir dónde nacemos), por tener distinto color de piel, por tener diferente religión, por tener diferente cultura o por tener un lenguaje diferente, porque no las definen. Las personas somos múltiples, diferentes e irrepetibles.
Además, conocer la historia de esta familia y su vida puede enriquecer la nuestra, conocer cosas nuevas, nuevas realidades. Nuestra realidad es muy buena en comparación con otros países. Creo que nuestra realidad es más fácil, porque en nuestra vida las cosas son más fáciles. Podemos ayudar a esta familia a vivir nuestra realidad, a tener nuestros recursos y a conocer San Sebastián. Podemos guiarles por la ciudad y enseñarles los hábitos de nuestra cultura. Yo creo que lo agradecerían mucho. Además de darles la casa, intentar ayudarles y ayudarles a sentirse cómodos no sólo en el piso, sino también en Donostia.
Espero que a la hora de tomar la decisión se tenga en cuenta lo dicho y lo comentado, y que la familia Siria tenga esta oportunidad única.
Gracias, Ama y Aita.